Es la punta del ovillo. Es un recorte del vacÍo. Una invitación?. No es una orden, es más bien una propuesta de producción, un puerto desde donde salir y volver cuando se necesite. Damos consignas no para que se obedezcan sino para que se multipliquen en cuerpos, sonidos, gestos, dibujos, imágenes y escenas. Damos consignas para saber que esta pasando y con lo que pasa consignar nuevos mapas. Las consignas no enseñan, las consignas no saben. Hasta se podria decir que de tan simples son insulsas. Lo que brilla de la consigna es un cuerpo que la hace respirar.
Fernando Castelli