miércoles, 4 de noviembre de 2015

Notas de ayer y hoy entre Tato Pavlovsky y Silvia Schverdfinger

Por Silvia Schverdfinger

 Publicado en Campo Grupal, edición especial en Homenaje a Eduardo -Tato- Pavlovsky.
Noviembre 2015

Para escribir hoy y aquí me inspira un recuerdo de un diálogo con Tato Pavlovsky (allá por los noventa y pico):

Silvia: “Tato, me cuesta mucho escribir y estoy bloqueada , me gana mi ser superyoica y exigente”

Tato: “Silvia, sería bueno para todos que vos escribas no desde la Silvia Académica sino desde la Silvia intensiva, emotiva , la Silvia de los haceres , de las anécdotas que contienen notas bien conceptuosas siempre.

Tus escritos y fundamentos los veo siempre en lo que vos hacés y cómo lo hacés.”
¿Cuáles son los aportes de Tato en mi vida personal y profesional?

Su Psicodrama y la manera de pensar lo grupal ; mi encuentro con él en forma personal a partir de su regreso del exilio en España; el vínculo que construimos durante treinta y tres años ininterrumpidos de trabajos - muchos que compartimos y otros en los que me acompañó y apoyó - yo cambié mi modo de pensar la vida y de mí misma y de vincularme con los otros y también los modos de abordajes clínicos en mis quehaceres psicoterapéutico, pedagógico , grupal e institucional.

Creo en las múltiples miradas, en las distintas versiones posibles y en la multiplicidad de sentidos y significaciones que tiene la vida en sus vínculos , personas y sus entres.

Me parece un acierto que la persona aprenda a ejercitar el preguntarse “cómo me siento con esto y o con este, cómo me afecta a mí esto que me está ocurriendo con alguna situación y o con alguna persona?”

El Psicodrama aumenta el registro de las percepciones y de las sensaciones. Es una invitación a conectarse con las emociones y las vibraciones del cuerpo. Y da la gran oportunidad de ser y hacer espejo con los otros, de resonar y consonar con los demás, armando asi un caleidoscopio de uno mismo, el otro y la vida.

Tato dijo en un panel de una Jornada: “Recomiendo que nos preguntemos qué nos conmueve hoy en la vida y cuál es nuestra voz singular”

Otro recuerdo: (1982 en la entrevista de admisión a su grupo terapéutico)

Tato: "no me des datos de tu biografía, respondéme por qué y para qué queres hacer grupo y por qué conmigo?”

Otro recuerdo( 2003):

Tato: “Silvia , estás de novia ahora?”
Silvia: “eh, no, ni , … me gusta mucho alguien que es algo así como el anticandidato”

Tato: “ por cómo yo te veo con él, hay máquina creativa, alegre, potente, se los ve enamorados” , te hace un estar alegre. “

La importancia que fue vital en esa etapa para mí, de comprender el concepto del “entre” en los vínculos . Y también cuánto importan las intensidades por sobre las biografías.

Creo en la multiplicación dramática como dispositivo artístico y clínico sanador .

Tato Pavlovsky junto con Hernán Kesselman me han premiado con sus talleres y clases magistrales en las distintas instituciones por donde he transitado y alojado.

Especial aprecio guardo por ambos cuando me alentaron y apoyaron a gestar esos espacios de Extensión y Post-grado en la facultad de Psicología de la UBA entre el 87 y el 94.

Los recuerdo a ambos llegar al bar de al lado de la facultad a las 7,45 hs , compartir café con medialunas y marchar juntos para coordinar la clase de cuatro horas (de 8 a 12 hs) de los jueves en la sede de Hipolito de Yrigoyen, vestidos con la elegancia de sus trajes y nuestro orgullo que prestaba en ese entonces hacer Psicodrama en la Universidad.

Su legado de allí, la grandeza en la capacidad de entrega, en la generosidad de hacer cuerpo con los cuerpos de esos alumnos, de transmitir sus saberes y destrezas y de compartir sus fallas y falencias.

En lo personal, fui desbloqueando intensidades de matrices infantiles que me permitieron conectarme nuevamente con el juego , la imaginación y la creatividad. Logré disminuir mis zonas melancólicas y obsesivas para dar luz a mis despliegues más histéricos.

Me di-vierto mucho en la vida desde hace muchos años.


Otro recuerdo: (en los noventa y pico largos en referencia a la Institución que dirigía Tato en Soler y que allí yo era docente en los cursos de Psicodrama y coordinadora de area de Adolescencia )

Tato:” quiero que me escribas una carta donde coloques enumerando los puntos de críticas y quejas que tenés con mi institución”

Luego de leerla

Tato: “me gusta tu ser multifascética, sobredimensionada, estilo “Schwarzenneger” por los efectos especiales que lográs, sincera, leal y comprometida. Me gusta que me confrontás corajudamente y que me peleas, y acuerdo con muchas de tus propuestas.

Pero me hubiera gustado que tu carta empezare por donde vos la terminaste”

(Yo le escribí todos los puntos y como despedida le puse: “con todo mi cariño y admiración”)

Aprendí a criticar desde el amor, fundamentando y con propuestas alternativas. Siempre haciendo y pro-moviendo… También que no es recomendable que el coordinador de un grupo ponga en acto su enojo.

Supe entender que el texto y lo que devendrá lo aportan los otros y entonces desarrollé mi capacidad de escuchar y mirar , preguntándome siempre cómo me afecta a mí y qué posibilidades me abre para hacer circular entre los otros y con los otros para ayudar y contribuir desde mí a facilitar el despliegue y la transformación necesaria para que las personas se sientan mejor.

Transformé mi timidez en despliegue de acciones y me animé aún con temores a atravesar situaciones que fueron oportunidades de crecimiento personal y profesional y la siembra de espacios institucionales y grupales que supe gestar y en los que coloqué la piedra fundacional en cuanto a implicación y aplicación del Psicodrama en varias ciudades de la Argentina (Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Neuquén, Rosario, Concordia, Resistencia).

Con Tato aprendí la grandeza de lo microterritorial, la importancia de los detalles y de los gestos y a poder soportar alojarme aún en el vacío para luego dar un salto hacia algún lugar que devenga en otro lugar .. Hay que bancar-se las incertidumbres. Soportar la levedad.


Otro recuerdo con Tato (Noviembre del 2002 o Febrero del 2003- no recuerdo exacto)

Estábamos en plena Jornada en el teatro IFT inaugurando el primer Encuentro con Tato para los alumnos de mi institución recién creada, la sala estaba llena , mucha gente.

Tato me pidió que le asegurara que eran nuestros alumnos y no personas externas.

Estaba muy sorprendido con la convocatoria que habíamos logrado.

Luego de mi presentación de la actividad y antes de comenzar él su intervención psicodramática, me preguntó al oído:

Tato: “Silvia, serías capaz en este mismo instante de tu institución tan exitosa por tanta convocatoria , serías capaz – escucháme bien- serías capaz de disolverla y renunciar a este éxito? “

Silvia: “eh eh eh………Sí, sí!! , sería capaz como lo he hecho en mi vida tantas otras veces.”

Tato: “ entonces continuemos con la Jornada y te apoyaré con mi nombre y mi participación hasta mi muerte o hasta que vos me dejes”

Así fue, hasta el 4 de Octubre 2015 cuando su muerte.


He aprendido a aceptar las incertidumbres aún con nuestras angustias y mareos. A renunciar antes de seguir continuando. También a demorarme , parándome en algún punto de mi vida que me permita concretar el “ desvío de la historia”, a fugarme creativamente y a correrme de aquellos lugares y personas que me descomponen, es decir que me hacen mal, que me provocan afectos tristes que reducen mi potencia.

Tato: “Tenés que aprender a decir que no” y elegir con qué y con quiénes sentír pasiones alegres, que te entusiasmen y convocan en el aquí y ahora al deseo”.


Otro recuerdo: (fines de los `80)

En víspera de una clase especial a la cual yo lo invité, Tato se encuentra leyendo un libro de su autoría, y me explica que lo hace para prepararse y repasar algunas notas que quiere transmitir a los alumnos.

Otro de sus legados : una ética del ser cotidiano, el cumplimiento de los compromisos adquiridos, la dedicación y preparación para la realización de los trabajos, el despliegue imaginativo, el humor, la invención y la creación como modos de des-dramatización y exorcismo de lo siniestro, lo fantasmático y lo angustioso.

La importancia del orden, la disciplina y el método.

Mientras que estoy escribiendo surgen cual cascadas de agua , más imágenes, situaciones, escenas, diálogos y realizaciones.

Haré aquí una pausa.

Para ir finalizando estas notas, quiero compartir el último encuentro personal que tuve con él el sábado 20 de Junio de este año , durante un cálido y muy grato almuerzo, donde charlamos sobre el amor, la vida, los hijos, los viajes , las enfermedades y la muerte. Y como despedida de ese momento y de su vida:

Tato: “Silvia, me alegra verte contenta, saludable, creyendo siempre con entusiasmo y pasión en lo que hacés. Me gusta como sos: solidaria, generosa, luchadora, leal, franca , sincera y agradecida.”

En nuestro “entre” hay y perdurará RESPETO, COMPROMISO, ADMIRACIÓN, LEALTAD, APRENDIZAJE Y MUCHA GRATITUD.

Seguiremos adelante, Celebrando la Vida , el Psicodrama y la Psicoterapia y multiplicando a nuestro Tato desde nuestro querido espacio institucional que conducimos con Fernando Castelli y en todos los lugares posibles.

Silvia Schverdfinger

 Directora del EIPASO de Psicodrama y Psicoterapia